Hace ya varias semanas que estamos en primavera. Y esto es algo que salta automáticamente a la vista cada día, al levantarse y mirar por la ventana. No es solamente que hayan subido mucho las temperaturas (¡se agradecen los grados positivos!), si no que todo está verde y lleno de flores, que huelen de maravilla. Los pájaros cantan, y hay ardillitas y conejitos por todas partes. No, aunque lo parezca, no es una película de Disney.
Se nota mucho que nuestra pequeña ciudad hace mucho porque todo esté bonito y bien cuidado. Al poco de empezar el buen tiempo, se podía ver a empleados públicos plantando bulbos, y claro, ahora todo está lleno de tulipanes y narcisos de todos los colores imaginables y grandes como mi puño, sin olvidarnos de los pensamientos. En los árboles, es también una cosa tremenda. Hay muchas especies que tienen flores y están por todas partes, como los cerezos japoneses, de los que aquí hay varias especies que han ido floreciendo a diferentes tiempos y dejando una preciosa alfombra de pétalos en los bordes de las aceras. Y los hay de varios tipos y colores, destacando los de flores blancas (suelen ser de la variedad Yoshino), y los de flores rosas dobles (suelen ser Kanzan). ¡Ambos son preciosos! También hay ciruelos rojos, que los tenemos en la entrada de casa y fueron de los primeros en florecer. Por otro lado, he descubierto aquí una especie que no conocía, la magnolia de Soulange o magnolia china. Conocía las magnolias, pero éstas tienen flores enormes que duran mucho tiempo, y son increíbles, con colores blancos, rosas y violetas, que cubren todo el árbol mucho antes de que le salgan las hojas. ¡Una pasada! De flores también están llenos los perales de Callery, y los manzanos, que crean un bonito contraste con sus flores blancas y sus hojas muy verdes. Y aunque no tengan flores, también se pueden ver las hojas de los arces. Tenemos un arce japonés justo al lado de la ventana del despacho, y tiene unos colores rojo y verde absolutamente espectaculares.


Curiosamente, muchos de los árboles ornamentales de esta zona, son especies principalmente asiáticas que se plantaron por su estética, y ahora se consideran especies invasoras. Esto incluye a los manzanos, por cierto, algo de lo que no tenía ni idea.
Pero sí, esto es una locura de bonito. Y también están los animales, claro. Las ardillas han vuelto a salir, y los pájaros se han multiplicado. Aparte de los conocidos gorriones, palomas y cuervos, a los que ahora se les suman las golondrinas, también estoy viendo muchos estorninos y zorzales robín (american robin), que son de lo más bonitos y atrevidos. También he descubierto al cenzontle común o mockingbird, del que había oído hablar pero nunca había visto. Ahora los veo muchas veces posados en los árboles o en los postes de electricidad haciendo sus sonidos raros y me hacen sonreír. También he conseguido atisbar pájaros menos frecuentes, como al cardenal rojo, al arrendajo azul y al chingolo de cuello blanco. Hace un par de días, bajamos a una playa, y ahí pude ver barnaclas negras, además de muchas gaviotas, charranes, ostreros y chorlitos. Y muchos más que no habré conseguido identificar. Ah, y lo de los conejitos también es verdad: los hemos visto en el jardín de casa.

Con todo esto, mi último entretenimiento está siendo hacer fotos. Sobre todo de flores y plantas, porque de pájaros es más difícil (aunque lo intento). Luego busco en internet qué especie son con las fotos, y así estoy aprendiendo un montón. Para una mujer de ciudad, como yo, ¡esto es muy novedoso! La verdad es que estoy disfrutando mucho esta primavera.