Multivitaminas

¡Cuanto tiempo sin escribir! En mi defensa, añadir que han sido unos meses muy locos, estresantes y llenos de médicos. Seguimos con ello, ¡pero esperamos que se acabe pronto!

Hablando de médicos, me gustaría escribir un poco acerca de la cantidad enorme de vitaminas y suplementos que toman aquí. Las primeras veces que pasaba por los pasillos del supermercado donde las tienen recuerdo pensar que había muchísimas, no solamente de cantidad (suelen ocupar al menos medio pasillo), si no también multitud de marcas y tipos diferentes. Desde suplementos de calcio y fórmulas multivitamínicas para el día a día, hasta aceite de pescado y suplementos para bajar de peso. Según he podido averiguar, un gran porcentaje de gente los toma, y la razón detrás de ello no siempre es que un médico lo recomiende, si no más bien porque se tiene la idea de que son «sanos» o «ayudan a mejorar la salud«. Es muy curioso, porque da la sensación de que para muchos, tomar vitaminas fuese un poco costumbre, como un hábito que han tenido desde pequeños. Supongo que es parecido a lo que a mí me decían de pequeña de comer naranjas en invierno para tener más vitamina C… pero con pastillas. 😅 También es verdad que son muy sencillas de conseguir (están en casi todas las tiendas y no requieren receta), y en mucha de la publicidad que se puede encontrar, te las venden como un producto sano. Llevar una vida saludable, tampoco es tan fácil aquí, sobre todo entre la gente que no tiene tantos ingresos: la comida sana es mucho más cara y no siempre hay tiempo o medios para hacer ejercicio. Así que, ¿por qué no usar suplementos?

Pasillo de supermercado con botes de vitaminas y suplementos alimenticios para hombres, mujeres y niños

Luego, hay otra cuestión muy «interesante» sobre estas vitaminas… Y es que muchas de ellas, parecen chucherías. No, no es una broma. Las venden de diferentes formas, pero muchas son fácilmente confundibles con gominolas: tienen la misma forma, son blanditas y de colores, y algunas de ellas incluso están recubiertas de azúcar. Yo hasta que no lo vi, no me lo podía creer.

Suplemento con vitaminas A y D en gominolas con sabor a naranja, melocotón y frutas del bosque
Más vitaminas, indistinguibles de unas gominolas

¿Por qué es esto? Por lo que he podido averiguar, es una estrategia de marketing para hacerlas más apetecibles a los niños… pero también a los adultos. Así que hay muchos adultos que se las comen diciendo que es más fácil masticarlas que tragar una píldora y que saben mejor que las medicinas tradicionales. Mención aparte merece el hecho de que tengan mucho azúcar y que es cuestionable que sean TAN sanas… Pero bueno, no deja de ser algo curioso.

Así que ya sabéis, id con cuidado con las golosinas de aquí, ¡que pueden ser un complejo multivitamínico sin que os déis cuenta! 😂

Qué hacer cuando te duele la cabeza

Una de las cosas diferente en los EEUU y de la que aún no había hablado aquí, son los medicamentos. No, no voy a hablar de que se llaman diferente; eso debería ser evidente, ya que son marcas comerciales. Hay otras cosas mucho más curiosas.

Para empezar, aquí también existen medicamentos sin receta y con receta. Los que no tienen receta, se conocen como Over-the-counter medicine, que viene a ser como si dijéramos que están «antes del mostrador de la farmacia». Esto es lo mismo que en España: medicamentos para el alivio del dolor, constipados, alergias, heridas no graves,… esas cosas. Lo curioso es que aquí, estas medicinas no sólamente se pueden conseguir en farmacias especializadas, si no que lo más normal es comprarlos en supermercados, tiendas de conveniencia o incluso en gasolineras. Estas tiendas suelen tener una sección de Pharmacy donde los puedes encontrar, y luego pedir también los medicamentos con receta en otro mostrador a parte. Y por si os lo preguntais, sí, las vacunas para la COVID19 también se ponen en estas farmacias de supermercados.

La farmacia de mi supermercado más cercano. Dentro se ve al farmaceútico, y los medicamentos sin receta están justo delante, como un pasillo más del súper.
Ejemplo de medicamentos over-the-counter en el supermercado. Son marcas de ibuprofeno.

También hay que decir que las farmacias aquí (las tiendas que son un comercio en si mismas), son más bien droguerías. Sí, tienen los dos tipos de medicamentos, y cosas normales de farmacia como pañales o productos de higiene, pero también venden muchas otras cosas: papelería, flores, comida preparada, productos de limpieza, etc. De hecho, yo me quedé alucinada cuando descubrí que para hacerse una foto de carnet, lo normal era irse a una farmacia. ¡Una vez incluso devolví un paquete en una!


Otra de las cosas curiosas que pasan aquí, son los anuncios de medicamentos. En España estamos acostumbrados a que cuando llega el invierno, vemos por todas partes anuncios de antigripales y anticatarrales, al igual que con las alergias al llegar la primavera. Aquí, sé que hay publicidad de medicamentos sin receta, pero yo no he visto apenas. Lo que sí que veo, es muchísima publicidad de medicamentos que vienen directamente de las farmaceúticas. Todos estos anuncios tienen el mismo patrón: muestran muchos datos, con imágenes tranquilas y familiares, o con mascotas divertidas, y terminan diciendo «pídele a tu médico que te recete nuestros medicamentos». Además, suelen ser para enfermedades graves como cáncer, diabetes o hepatitis.

Una muestra de diferentes anuncios de fármacos que he captado mientras veía la televisión.

Lo primero que hay que decir es que sólo hay dos países en el mundo que permiten a las farmaceúticas publicitarse directamente al consumidor: Estados Unidos y Nueva Zelanda. Para mí como europea, esto suena totalmente distópico. ¿No tendría que ser mi médico, un profesional formado, quien me aconsejara sobre la medicación? ¿Cómo puedo saber que una medicación es mejor que otra con un anuncio, sobre todo para cosas tan graves? ¿Estarán creando una falsa necesidad? ¿Confundirán a gente con síntomas parecidos? No debo de ser la única con dudas, porque hay mucha polémica con estos anuncios. Sé también que hay médicos que opinan que esta publicidad da información a sus pacientes y que eso hace que tomen decisiones más informadas, como se puede leer en esta encuesta del año 2004 de la FDA (Food and Drug Administration o Administración de Alimentos y Medicamentos). Mucha gente parece opinar que es un poco como buscar en internet tus síntomas antes de ir al médico… es un poco inevitable y hay que tener cabeza.

No deja de parecerme un poco loco todo, pero tengo que ir al supermercado hoy, y ya que estoy, aprovecharé para comprar desodorante, paracetamol y leche, que está todo en pasillos contigüos. Al menos, es muy cómodo.