Propinas inesperadas

Cualquier español que haya estado alguna vez en los Estados Unidos, sabe que allí las propinas en bares y restaurantes funcionan diferente. En España la propina es optativa y se suele dar como una recompensa extra al buen servicio. Aquí en Estados Unidos, el hecho de no dejar propina se considera extremadamente maleducado. La propina va directamente a la persona que te ha servido y forma una parte importante de su sueldo. Tanto es así que muchos camareros no podrían llegar a fin de mes sin ese dinero, ya que su salario base es muy bajo. Este sueldo es bajo porque se entiende que les van a dar propinas, pero no siempre tienen suficientes propinas… Una pescadilla que se muerde la cola.

Total, que tú no quieres ser ingrato con ese camarero tan majo que te ha traído agua fresquita y te ha hecho un par de chistes. Por supuesto, tampoco quieres que se quede en la calle. Y puede que te apetezca volver a ese restaurante sin que te miren mal… El resultado es que normalmente se deja una propina que suele ser un porcentaje de lo que te hayas gastado. Lo que se suele dejar es entre un 15% y un 25%, aunque para cosas pequeñas (un café, por ejemplo), he llegado a ver el 5%. Es un poco pesado, sobre todo al principio, hacer el cálculo para dejar la propina. Pero te acabas acostumbrando e, incluso, en algunos sitios ayudan poniéndote en las cuentas varios porcentajes que puedes dejar.

Copia de cliente de una factura en un restaurante de Manhattan, con varias opciones para la propina.

Así que pronto te acostumbras a dar propinas a los camareros. Pero lo que no me esperaba, es lo que el otro día me llegó por correo: una petición para dar una propina a un médico.

La traducción es la siguiente:

«¡Quiero expresar mi gratitud!

¡Sí! Estoy encantada de hacer este regalo especial al Hospital _ en reconocimiento de vuestro excelente personal y la alta calidad de los cuidados médicos que me proporcionasteis.

Por favor, para pagar este regalo, ponlo a nombre del Hospital _ y devuélvelo con su formulario en el sobre proporcionado. Para pagarlo, mira el reverso. También puedes hacerlo online en _ o por teléfono, si te es más sencillo.

¡Tu tarjeta se dará a la enfermera o doctor que haya marcado la diferencia para tí!«

Y en la parte de abajo:

«Querido _

Gracias por los compasivos cuidados que recibí en el Hospital _. Hicistéis mi dificil momento un poco más fácil.«


Ya sé que más que una propina, lo que me están pidiendo es una donación. Pero es básicamente lo mismo, a nivel práctico, porque me piden que sea a una persona o equipo por su servicio. ¡Y bien bonita, que parece una postal! 😂 Esto me viene por una radiología que me tuve que hacer (¡nada grave, fue una prueba de diagnóstico de 10 minutos!). Para pagarla, me llegó por un lado la factura del procedimiento, y por otro, la factura para el médico y el equipo. Así que ellos ya están pagados. La tarjetita venía acompañada de una carta que animaba a donar también para el hospital, ya que, según explicaba, eran una organización sin ánimo de lucro y que necesitan invertir en infraeestructuras, tecnología y formación.

Y yo no quiero ser ingrata, porque la verdad es que tanto médicos como enfermeras me trataron muy bien. Excepto para mandar los resultados, que tardaron dos meses, y no nos contestaban a llamadas, mensajes ni correos electrónicos… Y también lo digo: los médicos no son precisamente baratos, y sé que los seguros cubren sus sueldos.

Así que bueno, me lo tengo que pensar. Sobre todo si quiero volver 😅.