Preparándonos para Halloween

Creo que ya va siendo hora de hablar un poco de Halloween (o, como dicen por aquí, Hal-o-WIIN). Este año va a ser nuestro primer Halloween normal por aquí, y la verdad es que estoy deseándolo. Cuando llegamos, hace dos años, fue realmente curioso. A la gente, supuestamente porque había sido un año muy triste con la pandemia, se le fue la mano con las decoraciones y fue totalmente espectacular. Se veían los jardines hasta arriba de figuras de todos los tamaños, calabazas, esqueletos, telarañas falsas, luces y proyecciones… ¡hasta llegamos a ver un mini aquelarre con muñecos! Pero por desgracia, se desaconsejó a los niños salir a pedir chuches en muchas partes. A mucha gente le dio penita, y dejaban boles de chocolatinas fuera de casa para que los niños cogieran, o se inventaban sistemas para que no hubiera contacto. Nosotros nos habíamos preparado y habíamos creado bolsitas con chocolates, pero sólamente tuvimos en casa a un niño, disfrazado de Spiderman.

Entrada a una casa en Dobbs Ferry, NY, en Halloween de 2020. Habían dejado bolsitas individuales para que las cogieran los niños (¡había gel y todo!).

El año pasado, con la mejora de las condiciones de la COVID, esperábamos más afluencia de niños. Así que compramos bastantes chocolatinas y las preparamos primorosamente en bolsitas individuales. Que por cierto, cuando llegamos aquí descubrimos que casi todas las «chuches» son chocolates, así que también nos informamos de cuáles eran las más populares para integrarnos mejor. En el edificio nos pasaron unos carteles para que los pusiéramos en la puerta si nos encontrábamos confortables con la idea de que vinieran a pedir. ¡Por supuesto que lo estábamos! Compré varias calabazas, sin pasarme, y el día de Halloween nos pusimos a esperar a los niños. Pero parecía que tampoco estaba la cosa muy animada… Vinieron tres al final, un niño y dos niñas, todos ellos monísimos con sus pequeños disfraces. Como es de imaginar, nos sobró chocolate por todas partes, que tuvimos que repartir con nuestros amigos 😅.

Este año, la verdad es que espero ver algún niño más. Y aunque creo que no compraremos tantos chocolates, lo cierto es que sí que he ido comprando más decoración, poco a poco. La verdad es que es absolutamente fascinante todo el merchandising de Halloween, y cómo está de trabajado. Hace poco, fuimos a una tienda que se llama Spirit Halloween Superstore, y la idea es curiosa. Se trata de una cadena que solamente abre para Halloween, y para ello alquila locales que el resto del año se usan para otras cosas. La tienda en sí, es un espectáculo. Aparte de todas las cosas que tienen de decoración, disfraces, juguetes, ropa, etc…, se montan varias instalaciones terroríficas para que los visitantes paseen y lo pasen de miedo. ¡Sustos incluídos! Merece la pena visitarlas aunque sea para mirar.

Interiores en la tienda de Spirit Halloween. El mono medía casi dos metros; se iluminaba, movía los platillos, gritaba y me parecía terrorífico 😅.
Otras decoraciones de otras tiendas, de interior y exterior. Hay para todos los gustos.

Muchas tiendas empezaron con la decoración de Halloween ya a finales de agosto. Y sí, ahora que queda un mes para que sea Halloween… ya casi están agotadas las decoraciones y empiezan con las de Navidad. Pero aún quedan algunas cosas, y sorprende la variedad. Hace falta verlo para creerlo: jabones, manteles, calcetines, chucherías, cuadros, trajes para perros, tazas… de verdad, que cualquier cosa se puede convertir en terrorífica.

Mini gofreras de Halloween. ¡Lo peor es que me encantan! ❤️

Por mi parte, voy poco a poco comprando cosas divertidas y terroríficas para prepararnos para la fiesta. ¡A ver qué tal este año!

Otoño, calabazas y manzanas

El tiempo ya comienza a refrescar ligeramente (quizás demasiado ligero), y por aquí ya comienza a olerse el otoño. Aún es figuradamente, porque aquí el otoño huele a pumpkin spice, pero ya queda poco. 😂

Al mismo tiempo que las primeras hojas empiezan a amarillear y caerse (por supuesto, las lluvias e inundaciones del huracán Ida no han ayudado a los árboles…), empieza la vuelta a las aulas y para mí eso siempre ha ido asociado al cambio. Además, empiezan las frutas y verduras estacionales: manzanas, batatas y calabazas, sobre todo. Hay que decir que en español la palabra calabaza es genérica. En América, hay muchas variedades que traducimos como «calabaza», y para las que no tenemos nombre. En inglés, encontramos principalmente tres palabras para calabaza, que significan diferentes cosas según la variedad: pumpkin, squash, y gourd. La naranja típica de Halloween, es pumpkin, las blandas suelen ser squashes, y las duras, gourds, para entendernos. En esta época, empiezan a verse los denominados winter squashes o calabazas de invierno, como el butternut squash o el acorn squash, que están deliciosos. Otro ejemplo, al calabacín (a nuestra variedad, aquí la llaman zucchini, pero hay más variedades que se llaman genéricamente squashes), se le considera calabaza de verano.

Empezando por arriba, acorn squash (verde oscuro y pequeñas), butternut squash (anaranjadas y alargadas, con la base redonda), spaghetti squash (amarillas y cilíndricas) y kabocha squash (verdes y redondas, apenas se ven). La foto de abajo son pumpkins naranjas y blancas.

Por otro lado, las manzanas son bastante importantes por aquí. Está el famoso American Pie, claro, pero es que he oído incluso bromas acerca de cómo a la gente de New York y New England le encanta ir a recoger manzanas en otoño. Por supuesto, esto es una actividad por la que hay que pagar: las granjas locales tienen terrenos donde la gente paga para ir y cogerlas del árbol, y además venden sus productos como sidra, compota, o tartas. La verdad es que, pese a que sé que es un poco paripé, me llama la atención ir a una de estas granjas, (¡y más después de probar los zumos artesanales y los donuts de sidra, que son una maravilla!) así que intentaré ir este año. Me hace gracia ver que aquí las manzanas se prefieren muy dulces. Como dato, deciros que en el supermercado se suelen vender botes de caramelo junto a las manzanas (un poco a lo de la nata y las fresas que hacemos en España…).

Manzanas procedentes de granja. Y caramelo para mojarlas, por supuesto.

Hace poco, me explicaron la diferencia entre apple juice, apple cider y cider, ya que yo creía que las dos últimas eran lo mismo:

  • Apple juice es zumo de manzana filtrado y pasteurizado, del que encuentras en el supermercado. Suele ser dulce.
  • Apple Cider es un zumo de manzana sin filtrar (por lo que a veces tiene algo de pulpa) y no pasteurizado. Suele hacerse de forma artesanal y es más ácido.
  • Cider es zumo de manzana fermentado, es decir, con alcohol. También se le llama a veces hard cider para distinguirlas.

Lo escribo aquí también para acordarme… 😅

Por otro lado, también se empiezan a ver también las primeras decoraciones. Lo primero que empezamos a ver fueron cosas de lo que llaman Harvest season, que es la «Época de la cosecha» o directamente Fall, «otoño». Todo es muy campestre y con colores otoñales y suaves, hojas y frutas (sobre todo la calabaza). Esto enlaza directamente con Thanksgiving o «Acción de gracias», en el cuál se añaden a estos temas los pavos y las palabras de gratitud (por lo de «Thanks»). Y después, empieza ya Halloween, con todas las cosas de terror para niños (que son más monas que terroríficas) y las montañas de chocolate. Así que, en este momento del año, conviven más o menos al mismo tiempo, las tres decoraciones.

Lo que está entre el verano y Acción de gracias: decoración de otoño.

Parece que este año, además, han vuelto los eventos y vamos a tener Festival y desfile de Halloween, Desfile de Navidad, Mercadillo y muchas más cosas. El año pasado llegamos un poco tarde (y despistados) a Halloween y a las otras fiestas, así que a ver si este año se nos da un poco mejor y ¡podemos hacer algo divertido! Si la COVID lo permite, claro…