Me llama mucho la atención la relación que tienen muchos americanos con el alcohol. Una de las cosas que me parece curiosa, es el hecho de que se venda tanta cerveza en las gasolineras. Ya sé que en España se vende, pero no he visto ni tanta cantidad ni tanta variedad. Está prohibido en NY vender vino y licores en las gasolineras, así que con la cerveza parece que hacen su agosto.
De hecho, hace no mucho entré en una que tenía su propia sección de packs, tanto de cervezas como de gaseosas con alcohol (hard seltzers, son muy populares por aquí). Así, podías comprar tus cervezas frías de las neveras, y después coger una caja de 12 o 18 unidades para el camino. ¡O varias! No sólo cervezas comerciales, si no también artesanales. Y a buen precio.

Pero claro, también es verdad que el alcohol es carísimo. En un bar o restaurante, una cerveza sale a unos $6 si es convencional o a $8 / $12 si es artesanal. Una copa de vino, puede ser de $10 a $15, si no más. Y un cóctel, de $12 a $16. Por esto, a veces tomarte un cóctel sale a cuenta. Y se nota que aquí les encantan los cócteles, sobre todo por la variedad y por el entusiasmo. No es raro que haya restaurantes famosos sólo por sus cócteles, ni tampoco es raro ver cócteles de temporada (¡que se acaban, no dejes pasar la oportunidad!) o cócteles de baristas invitados. La verdad es que suelen estar muy trabajados, no vamos a negarlo.

También hay muchísimo rechazo a beber. Me he enterado hace nada que existen los llamados «condados secos» o «dry counties«, donde está prohibido vender y consumir alcohol. En New York no hay, pero sí que hay «comunidades secas» o «semi secas», en las que se limita la venta. En concreto, en el estado de New York hay 7 ciudades secas y 39 parcialmente secas. En las parciales, se aplican normas como que sólo se puede comprar alcohol para llevar, o no se puede beber en eventos deportivos, o sólo se puede beber en las fiestas.
Otro dato curioso de Nueva York es que hasta 1982, la edad legal para beber eran los 18 años. Ese año se subió a 19 años, y duró hasta 1985. El año anterior, el Acta Nacional para el Mínimo de Edad para Beber redujo un 10% las ayudas federales para autopistas a los estados cuya edad mínima fuese menos de 21. Así que decidieron subir la edad, lo cuál tiene sentido porque ese dinero se necesita, creedme. Actualmente, los menores de 21 no pueden comprar o tener alcohol para el consumo. Tampoco pueden entrar en una licorería sin estar acompañados de un adulto, no sea que la vayan a liar o algo. Pero bueno, también me han hablado de hoteles en los que no te dejan ir al bar si vas con tu hijo.
La última vez que fuimos a nuestra tienda de cervezas favorita a comprar, hice la siguiente foto. Quiero señalar el cartel que se ve en la parte superior, donde se puede leer:
«Por debajo de 21 No hay tabaco.
We Card (es un programa para la prevención del tabaco en jóvenes). La ley prohibe la venta de tabaco a menores.
Por favor, ten preparado tu carnet de identificación»
También decir que la tienda no sólo vende cerveza, si no también refrescos y gaseosas, por lo que un menor podría entrar sin problemas. Pero la verdad, no puedo evitar pensar que parecen mucho más preocupados por el tabaco que por toda la cerveza que hay en esa tienda.

Así que se puede ver que hay muchas formas de consumir alcohol: caras, baratas, de calidad alta y baja. Y también se ve que hay mucha protección a los jóvenes, lo cuál está bien, además de que se les intenta educar para que conozcan las consecuencias de beber. Hay extremos, y a veces se falla pero la intención está ahí.
A mí personalmente me da pena que el consumo moderado de bebidas alcohólicas de calidad como el buen vino o las buenas cervezas sea tan caro, lo que entiendo que es una forma de desincentivar que la gente las tome. ¡Será que en España tenemos la suerte de poder acceder a buena bebida a buen precio!